jueves, 9 de septiembre de 2010

Otros datos biográficos, geográficos y entremesas

Otros datos biográficos, geográficos y entremesas

Es difícil reflexionar a cerca de un montón de temas de los cuales no estamos del todo informados y hacer conjeturas sobre lo que creemos es lo correcto o incorrecto. Suposiciones de una persona ignorante.

A partir del mail: “balance del año 2006” del escritor, pintor, escultor, dibujante y grabador Luis Acevedo (quizá también, una persona), y porque es normal cuando no quiero ponerme a hacer lo que realmente tengo que hacer, me he puesto a pensar y repensar muchas cosas, de las cuales ninguna llega a un final relajante, sino cada vez mas contorsionado.

Para encabezar la reflexión, al mejor modo ACV2, una frase siempre queda bien, real o ficticia la situación en la que se ha venido al presente, siempre resurge una insulsa frase que redondea todo, no es cierto? “...no hay que estudiar algo porque te gusta, sino porque servís para eso...” algo así me decía mi hermano hace mas de 5 años.

Aparece un personaje nuevo en este relato, así que cabe comenzar un nuevo párrafo y presentar oportunamente al mismo. José Adolfo, mi hermano. Dos nombres, como yo. Aunque de pequeña creía que él tenía un solo nombre: Joseadolfo. Mi hermano mayor, casi 5 años más grande. Familiero, introvertido, estudioso, abanderado… siempre... etc. Características de un buen hijo, y además un buen hermano. Trabajó desde los 13, 12 años en la oficina con mi papá, Contador, hasta los 18 que se fue a Bahía Blanca a estudiar, adivinen... Contador.

Ahora, yo. Jorgelina Victoria. Dos nombres. Varios apodos: Petrona, Lina, Víctor Victoria. Extrovertida, salidora, cumplidora, abanderada por ser buena compañera en 7º, después ni eso. Trabajé esporádicamente desde los 13 en la oficina con mi papá, de cadete... hasta que por inercia me fui a Bahía Blanca a estudiar, adivinen... Abogacía.

Fue entonces cuando me reencontré con mi amigo de la infancia, mi hermano. Allá en Bahía las cosas eran distintas. Y un día conversando, porque ya se veía que yo no estaba estudiando lo suficiente como para continuar con aquella magnifica carrera universitaria, él me dijo aquellas palabras. Pero cómo sabemos si servimos para algo que nunca hicimos?

Volví a mi Necochea natal, él también pero con el título bajo el brazo, a trabajar con papá. No es muy meritorio quizá, pero seguramente debe pensar que para eso sirve. A mí sin embargo, no había nada que me gustara menos que tener que ir a la oficina, o pensar que hacer con mi vida, nada me gusta y no sirvo para nada.

Pasé un verano de Psicólogos y Psiquiatras, fueron uno y uno, no es para tanto. La Psiquiatra, hoy fallecida de cáncer, supo hacerme sentir mejor por no tener nada en la cabeza, y que aprovechara el vacío haciendo algo que me de libertad de expresión. O capaz creyó que yo tenía alguna habilidad artística como suele pasar con las personas que usan su mano izquierda, y además se rebelan contra el sistema, usando ropa hindú y la cara del Che hasta en las bombachas, jejeje.

Pues se equivocó. Hoy estoy sentada frente a una computadora de la cual siempre fui amiga, Luciendo un jeans de buena marca, y remeras superpuestas, bien a la moda, cortado con un par de zapatillas negras con los cordones rojos, pero en fin no muy hippie, y mi bombacha estoy casi segura no tiene la cara del Che. No quiero decir que ya no admire la revolución cubana y a nuestro queridísimo guerrillero, pero no creo que haya necesidad de llevarlo en una remera fabricada en EE.UU. y que todas las personas tengan que imaginar a quien voy a votar en las próximas elecciones.

Decía que estoy frente a la computadora, en la oficina en la que trabajo, en la oficina de papá. Algo para lo que, evidentemente, sirvo.

Pero no olvidemos a aquella visionaria Psiquiatra y repasemos mi transcurrir por el Arte.

Tercer grado de la escuela primaria: primer mención por un dibujo de mi casa, titulado “Mi casa, antes cuando no tenía rejas”

Mismo año, reunión de padres, dibujos obscenos. Mujer de frente y de atrás sin ropa. (8 años!!! Que pude haber dibujado de obsceno!!!!)

A los quince años, diseño de bandera para la colonia de vacaciones. Muy lindo diseño, repetido constantemente en las clases de plástica, por varios años.

Escuela secundaria. Expresionismo, tengo la imagen visual de haberlo escrito en una hoja y debajo unos renglones también decían algo. Mural, eso sí me gustó. Hicimos una banda de Rock, siempre me gustó el rock, siempre después de haber escuchado por un tiempo Luis Miguel, Enrique Iglesias, y Cristian Castro (¡!!!!)

Bueno, pero esto fue antes de mis sesiones terapéuticas. En el año 2003 me anoté en la Escuela de Artes Visuales Nº500 que funciona en el edificio de lo que había sido el Liceo Naval, a orillas del río Quequén.

Mi mamá siempre había querido que yo fuese maestra, según ella, algo fácil y corto, para eso servía, para algo corto y fácil (¿) Pero son 5 años!!! El primero: FoBa fue un año muy divertido, surrealista diría yo... algunos prefieren borrarlo de sus recuerdos, yo sin embargo, no puedo dejar de acordarme...

El verano que le siguió a FoBa, trabajé en un Drugstore, no se como se escribe, un kiosco grande con locutorio e Internet. No llegue a completar el mes, fui a todos los recitales que hubo por esos tiempos y llegue a dormirme en el de Gieco, no porque me aburriera la música, no daba para más, había pasado dos noches sin dormir, un récord. Estas pequeñas cosas sumadas a una muy mala paga y 12 horas de trabajo, hicieron que explote y deje el trabajo en medio de mi turno.

No se si iba al caso el que hubiese o no trabajado ese verano, quizás me sirva de referencia en unos veranos en el futuro.

Quería escaparme, pero era imposible ya que el primer intento de irme a estudiar había fracasado. Quería escapar a los problemas que había ocasionado esto de no encontrar una vocación y desperdiciar el tiempo en una carrera terciaria, de arte para colmo. Que si bien para mi no era un problema, resultó serlo y uno muy grande… ya que la diversión se tornó mi principal enemigo. Otra vez estaba fracasando por no tomarme enserio las cosas.

Un buen día se presentó ante mí mi Amiga de más de 8 años (en ese momento) y me comento una loca idea de irnos a Mar del Plata a vivir juntas y seguir estudiando allá. Era nuestro sueño desde chicas… el depto de estudiantes!!! Y al final así fue como llegué a la Malharro.

No voy a enumerar a las personas que conocí y que hoy sigo apreciando, no, porque son pocas. Y por cierto, estaría de más porque ya lo saben.

Lo único que voy a contar de mis tres años en Mar del Plata es que no logré encariñarme lo suficiente con la ciudad, ni la gente. Que siempre me sentí sapo de otro pozo, que alguien me robo la bici y la confusión fue algo que estuvo siempre alrededor. Todo transcurrió de alguna manera extraña porque ahora no sé, los recuerdos están pero parecen lejanos, extraños como si no los hubiera vivido o pasaron hace mucho tiempo y durante poco tiempo… es muy raro. Pero rescato el anonimato, eso me gustó vivirlo y sentirlo.

Sin pena y sin gloria terminé de cursar en la Malharro tercer año del profesorado. Las penas las pase después con el final de escultura. Sigo considerando que no sirvo para esto. Para maestra sí. Según mi mamá, también sirvo para cualquier otra cosa que quiera hacer, pero el problema es que no tengo constancia. O sea, que no sirvo para quehaceres que requieran constancia.

..… continuará…….

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