Boceto de una idea:
He tomado la manía del diccionario, después de reiteradas veces leer a Noé[1]. Uno se hace adicto, para en términos de conceptos, tratar de entender algo. El ruido de la termoeléctrica directo a mis neuronas! Interferencia…pero Noé sabiamente utiliza el diccionario para mostrarnos que la definición no abarca lo que debería y que al definir: excluye; áspera lengua, lo ejemplifica mediante un término: pintura, entonces pintura se convierte en mucho más que solo el arte de pintar, nos abre así, pequeñas aberturas, cerrando, cual cerraduras nos obligan a mirar…this is my[2]… is cool...y el hecho volviendo al principio, del to be or not to be de la cuestión es la naturaleza del significado de las palabras autoría- anonimato, te quedas ahí, ahí!!!; entonces el detector de mentiras se vuelve contrapuesto a la verdadera significancia/s, las palabras otra vez no abarcan todo lo que expresan o lo que deberían, o tal vez lo que quisieran, ¿querés ir afuera?, ¿son contrapuestas?, una vez más, el libro gordo de petete, debería recurrir a estrategias metodológicas que me obligaran a decantar tal información, pero me guiare mediante el sentido común, aunque poco confiable para los científicos, apelare a la intuición, buena herramienta a la hora de formular hipótesis, y en primera instancia válida para los últimos, ¡cable de último momento! A tierra baja, baja un nivel de navegación, no pierdas el timón!; así mismo, los verdaderos conectores a tierra, ¡los odio!, una vez mas obligan a pensar porque se debe hacer evidente la distinción entre autoría y anonimato[3], porque en la forma en que se escribe hay distinción, en la pronunciación hay distinción, no es relevante, pero cuando arribamos a la definición[4] no la hay completamente...ssshhhhhhhhhhhh!...ya que ambas de alguna manera señalan lo mismo, ser anónimo no es, no ser autor, sino solo no signar como autor y ser autor no tiene que ver solo con signar sino con registrar ese hacer, ¡esto es una maraña!, ambos términos tienen algo que los hace comunes y es que ambos se reconocen en la calidad de ese hacer, que se escinde de otras calidades de hacer ¿se entiende?, entonces no firmar no es no hacerse cargo de lo que se hace, porque la importancia reside en el hacer, se signa en el hacer, no firmar es simplemente dejar ser, a aquello a lo que hemos dado vida, es pararse al lado de la gestación y no delante de ella, así es que sellar con el pulgar nos da nuestra identidad, porque pueden haber varias personas con nuestros mismos nombres, pero no con nuestro propio sello.
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